Gracias al Partido Popular

Suecia tiene, por primera vez, representación de la extrema derecha en su parlamento. Un país que ha triunfado a base de unas políticas sociales sobresalientes. Quizá el miedo a perderlas, quizá la influencia de otros países de la UE; probablemente un hecho aislado.
¿Por qué en España no? No somos un país moderado, nos encanta polemizar y llegar a extremos en las conversaciones. Hemos tenido (y seguimos teniendo) ejemplos de "salvadores" si no de la patria si de ayuntamientos o en elecciones europeas. Existe un porcentaje (de entre el 6 y el 13 por ciento según varios estudios) de población que sigue viendo con buenos ojos la época de la dictadura. ¿Por qué no hay en España un partido de extrema derecha con representación?
Pues debemos de agradecérselo al Partido Popular. Y, más concretamente, a Manuel Fraga. Primero a su encarnación de los valores de la dictadura que atrajo a muchos de los nostálgicos. Después a su hábil gestión de acuerdos y fichajes de algunos de los popes del franquismo que se movían en micro partidos. Y a ese carácter que gustaba a cierta parte de ese electorado.
Aznar es como es. No creo que tuviese que esforzarse demasiado. Aunque es de justicia decirlo, sus primeros 18 meses de gobierno fueron en mi opinión muy buenos.
Y llegamos al momento actual. Diría que curioso si no fuese por el peligro de rotura que existe. Aunque el ¿partido? de Rosa Díez supone una válvula de escape estupenda. Dentro de 18 meses tendremos elecciones legislativas. Una no victoria y gobierno de Rajoy provocará movimientos hacia la derecha o hacia el centro. O seguirá la situación actual, más parecida a un chotis (girar a izquierda, derecha... pero sin moverse del sitio). Quizá la mejor de las estrategias.

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