El otro lado de la noticia: las demandas de los controladores aéreos

No es demasiado necesario especificar cuales son las reivindicaciones de los controladores aéreos. No mucho porque a grandes rasgos sabemos que es obvio que no tienen razón. Pero ahí va la lista de su último comunicado: 
Contabilizar como horas extraor-dinarias hasta un tercio de su jornada de trabajo habitual, a fin de alcanzar unos salarios de más de 300.000 euros anuales. Por cierto sus jornadas de trabajo efectivo que rara vez superan las 10 horas semanales.
Jubilarse a partir de los 52 años percibiendo el salario íntegro, horas extraordinarias incluidas.
Organizar su propio régimen de trabajo y su propio régimen salarial, a través de su sindicato, determinando cuándo, cómo y cuánto se trabaja, y cuánto se cobra, independientemente de las necesidades del servicio. Buscan, por ejemplo, acumular jornadas de trabajo y guardias para asegurarse vacaciones de dos semanas por cada tres días de trabajo efectivo.
Garantizar el control por parte de su sindicato del acceso a la profesión y la formación de los nuevos profesionales, a fin de solo sean sus familiares y amigos quienes se incorporen a la casta de privilegiados. Por cierto, sin necesidad de pasar por la universidad.

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