¿Cómo se calculan los incrementos salariales en España? En la mayoría de los casos se calculan sobre el IPC previsto, es decir, el Estado publica hacia finales de año cual es la subida de precios que cree que va a haber y en base a esto se suele negociar. Es muy habitual, además, que se incluya una cláusula de revisión a finales de año que corrija una posible subida de precios mayor que la esperada.
¿Por qué en España se negocian las subidas de salarios referenciándolas a los precios? Por varias razones. Primero porque de esta manera se garantiza mejor que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo. También por historia, desde la democracia se viene haciendo así, y no nos olvidemos que en aquellos años las subidas de precios eran muy altas y había que proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y de las familias. Y, además, porque es mucho más fácil calcularlo de esa manera.
¿Calcular los salarios en base a la productividad sería muy complicado? Bastante. La cuestión es preguntarse que es la productividad y como la podemos calcular. La manera tradicional es ver lo que se produce dividido entre el número de trabajadores. Pero esto depende de demasiados factores. Por ejemplo. Si a mi para trabajar la empresa me da una máquina más rápida para fabricar pantalones yo voy a ser más productivo, o si me dedico a hacer pan y me dan un horno el doble de grande... En la productividad depende mucho la inversión que haga la propia empresa. Otro ejemplo podría ser en esa misma panadería si el departamento que se dedica a vender lo hace mal le baja la productividad a todos los trabajadores...
Incluso puede darse el caso de que una empresa que vaya mal mejore su productividad... Si, una empresa o un país. Si se calcula la productividad a la manera tradicional puede darse el caso de que una empresa con problemas que despide a un grupo de trabajadores podría mejorar su productividad.
¿Y qué problemas puede provocar ligar los salarios al IPC? El primero es que suben igual los salarios de todos los trabajadores y de todas las empresas, vayan bien, regular o mal. En España tenemos un problema con esto. Cuando una empresa va mal le resulta mucho más fácil despedir a algún trabajador de los que llevan poco tiempo o son eventuales que repartir la carga de trabajo entre toda la plantilla. En otros países de Europa existe un sistema por el que se reducen las horas de trabajo entre todos los asalariados de una empresa y a cambio cobran la parte proporcional del paro que les correspondería. Con este sistema el trabajador no pierde prácticamente poder adquisitivo y la empresa no tiene que despedir a nadie.
Esto ha pasado en nuestro país. Si, en el año 2009, el peor de la crisis en el que se destruyeron 800.000 puestos de trabajo los salarios crecieron más del 3,5%. Es decir, durante el 2009 casi 19 millones de trabajadores mejoraron su poder adquisitivo pero fue el año en el que más aumentó el paro de los últimos años...
Entonces, ¿qué tiene de bueno ligar la subida de sueldos a la productividad? Si se calcula bien se premia a los trabajadores de las empresas que funcionan mejor, y eso es bueno, incluso lógico. Además implica más a los trabajadores con la organización, si a la empresa le va bien los trabajadores ganarían más dinero, por encima de la media del sector.
El Banco de España alertó la semana pasada en contra de unir las subidas de salarios con el IPC.Si, en su último informe trimestral el Banco de España aconseja que continúe la moderación salarial, no nos olvidemos que los salarios crecieron en España poco más del 1% de media en el 2010, después del 3,5% del año 2009. Esta preocupado porque ahora mismo la inflación es alta, más del 3%, y viene a decir que estos precios altos de ahora son temporales, y que no se calculen las subidas de salarios en base a esto porque en pocos meses volverán a bajar los precios.
Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Qué es lo mejor? El sistema de ligar los incrementos del salario a la productividad esta bien, es lógico, pero habría que medir la productividad empresa a empresa, incluso departamento a departamento. De manera general no funciona porque no hay datos buenos para calcularlo, y los que hay, como bien decía Manuel Lago en La Voz, llegan con meses o años de retraso. En general el sistema de precios impide que los trabajadores y las familias se empobrezcan. Pero sería bueno que las empresas premiasen a sus trabajadores cuándo las cosas fuesen bien, con algún sistema de reparto de beneficios, de acciones o de días libres.
4 comentarios:
Hola,
El debate es muy interesante y en mi opinión se debe hacer con la mente abierta. El apoyar radicalmente una de las dos opciones creo que no lleva a ningún sitio.
Lo primero que creo que debemos decir es que la intención de imponernos esto proviene de la histórica obsesión alemana por la inflación. No subir salarios en un momento malo implica que la inflación se contendría (aunque no siempre), y básicamente esa es la idea que tienen los alemanes, puro reflejo de los años 30 y de la época prehitleriana con hiperinflación.
En Alemania el sistema funciona bien, pues los pagos por productividad cumplen requisitos imprescindibles: Están bien calculados, son lógicos, motivadores, etc. Un pago por objetivos o productividad es bueno para una empresa y para un trabajador si entra dentro de la lógica y la razonabilidad. Si no es así, no es más que pura trampa por parte de la empresa para pagar menos, y es también un elemento desmotivador para los trabajadores que piensan que les están engañando y, por lo tanto, bajan su productividad e implicación.
El problema básico de implementar esto en España no es tanto la dificultad de cálculo, si no la posible picaresca y piratería de quienes lo calculen. Con nuestra mentalidad empresarial, sería bastante probable que la mayoría de empresas fijasen objetivos desmesurados e inalcanzables para los pagos por productividad como herramienta para disminuir costes laborales (la obsesión del empresariado español). Este es el principal problema, que nuestras empresas buscan competitividad reduciendo costes y no maximizando recursos.
Otra alternativa sería ligar el incremento salarial a los beneficios de la empresa, pero existe multitud de maneras de "retocar" las cuentas de una empresa para que salga lo que los administradores quieren que salga. La ingeniería fiscal está a la orden del día, y podrían darse casos de fraude masivo más aún de los que ya se dan.
Como indica el artículo también es cierto que nos podriamos encontrar en el futuro con inflaciones de alrededor del 10%, y eso podría suponer un golpe muy duro para los trabajadores y su poder adquisitivo.
Esto nos lleva a un sistema que tendría que ser forzosamente mixto, con aumentos ligados tanto al IPC como a la productividad.
Yo, por ejemplo, tengo un sistema así: Mis incrementos salariales tienen un "suelo" del 80% del aumento del IPC, a los que se le suma un incremento por valoración anual y, además, una prima por objetivos. Quizá un sistema de este estilo pueda ser una referencia, aunque me temo que algo tan complejo sólo sirve para empresas grandes.
Un debate complicado, ciertamente.
Saludos,
Tal vez te tomes a broma mi comentario pero no lo es. En época de vacas gordas hay que ligar los salarios al IPC y en tiempos de vacas flacas a la productividad. Así siempre salen ganando los de siempre.
Tenemos que tener en cuenta un detalle muy característico de nuestro país y de sus empresa, y me refiero a las 100% nacionales, a las pymes y a las empresas familiares. Y es que en España se lleva la política del "corta y pega", de la trampa para cobrar más y pagar menos, y eso es evidente en este tipo de mercantiles.
La prueba de está en que las cuentas que se presentan en los registros mercantiles son ficticias, no reflejan la realidad contable, reflejan el panorama fiscal que les interesa a las empresas.
Tengamos en cuenta que somos un pais de dienro "B", de inflar facturas para que las subvenciones del 80% de la inversión se trasformen en subvenciones al 100% o, si puede ser el 110%.
No preocupa la solvencia y la solidez económica con criterios de inversión, de calidad, de competibildad y solvencia. Esas empresas no buscan esa imagen..... y yo me pregunto:
¿vamos a dejar que sean esos balances económicos los que decidan cuales van a se nuestros salarios?, si hacen trampas por subvenciones ridículas ¿que harán por ahorrarse las "pelas" de los salarios?.
Necesitamos una cultura social y empresarial muy distinta a la actual para que ese sistema fuese real, equitativo y justo.
Las dificultades de ligar los salarios a la productividad son enormes en la mayoría de empresas. Pero no nos olvidemos de una cosa. Una subida de los salarios igual al IPC no hace que los trabajadores cobren más, simplemente mantiene el nivel de vida, igualando los 100 euros del 1 de enero con los 103 del 31 de diciembre.
¡Y gracias por venir y dar vuestra opinión!
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